El exsecretario penal del Juzgado Federal N°1 de Corrientes, Pablo Molina, fue condenado a cuatro años de cárcel por el delito de abuso de autoridad: cuando se desempeñaba como secretario de dicho juzgado, en el contexto de una investigación por narcotráfico, el funcionario ordenó intervenir líneas telefónicas y finalmente se determinó que lo que buscaba era espiar a su esposa y a un presunto amante.