La mediática argentina Wanda Nara rompió el silencio tras el reciente altercado con su exesposo, el futbolista Mauro Icardi, ocurrido el pasado viernes en el edificio Chateau Libertador. En un mensaje enviado al periodista Guido Záffora, durante el programa DDM (América TV), Nara ofreció su versión de los hechos que involucraron a sus hijas, Francesca e Isabella.
Según el relato de Nara, todo comenzó cuando Icardi, mientras trasladaba a las niñas en su vehículo, les informó que no regresarían al colegio y que se mudarían a Turquía de forma inminente. Esta noticia habría generado una profunda angustia en las menores, quienes llegaron al domicilio materno en un estado de llanto y confusión. «Las nenas subieron en un ataque de llanto porque en el auto el papá les dijo que al colegio no vuelven más», detalló Nara en su mensaje.
La situación se tornó aún más tensa cuando, según Nara, Icardi amenazó con deshacerse de las mascotas familiares si las niñas insistían en llevarlas consigo. «Les dijo que iba a matar a los perros si iban a su casa», agregó la empresaria. Ante esta circunstancia, Nara, quien se encontraba en recuperación de una intervención quirúrgica, decidió recibir a sus hijas y a las mascotas en su hogar para brindarles contención emocional.
En cuanto a la manutención de las hijas en común, Nara fue categórica al afirmar que Icardi no ha cumplido con sus obligaciones financieras. «No paga alimentos. Nada. Mentira. No paga alimentos», enfatizó, desmintiendo rumores sobre supuestas contribuciones económicas por parte del futbolista. Además, señaló que Icardi ha incumplido con el pago de la cuota alimentaria establecida judicialmente, que asciende a 30 mil dólares mensuales, así como con los gastos de educación y cobertura médica de las niñas.
Este episodio se suma a una serie de conflictos públicos entre Nara e Icardi, quienes han protagonizado diversas controversias mediáticas desde su separación. La exposición de situaciones familiares delicadas ha generado preocupación entre seguidores y especialistas, quienes abogan por el bienestar de las menores involucradas.
Mientras tanto, la disputa legal entre ambos continúa, con denuncias cruzadas y declaraciones públicas que mantienen en vilo a la opinión pública. Se espera que las autoridades competentes intervengan para garantizar la protección y estabilidad emocional de Francesca e Isabella, priorizando siempre el interés superior de las niñas en este complejo escenario familiar.