Con la creciente posibilidad de que el gobierno de Javier Milei elimine el cepo cambiario, el mercado inmobiliario en Argentina se encuentra en alerta, ante las expectativas de un posible repunte en los precios de las propiedades. Los analistas proyectan que, si se logra estabilizar la economía, los precios podrían subir entre un 8% y 10% en 2025. Sin embargo, las fluctuaciones dependerán de la unificación cambiaria, la confianza en las políticas gubernamentales y la capacidad de generar divisas.
Los inmuebles usados y en construcción ya han experimentado aumentos desde principios de 2024, destacando un crecimiento significativo de hasta un 20% en propiedades en obra. Según expertos, si se evita una devaluación abrupta, los precios seguirán un camino gradual hacia arriba. Además, la eliminación del cepo podría facilitar el acceso al crédito hipotecario, estimulando la demanda y, por ende, las inversiones en el sector.
Otro factor determinante será la respuesta de los bancos. Fernando Álvarez de Celis, experto de la Fundación Tejido Urbano, considera que los recursos que los bancos podrían liberar gracias a la medida posibilitarán mayor disponibilidad de créditos hipotecarios. Esto tendría un efecto positivo tanto para compradores como para el mercado en general.
Aunque los efectos inmediatos pueden ser limitados, el mercado inmobiliario experimentará cambios importantes a medio plazo. La eliminación de restricciones cambiarias podría generar una mayor transparencia y agilidad en las operaciones, facilitando la compraventa de propiedades. No obstante, el stock de propiedades sin vender podría moderar un aumento drástico en los precios.
El panorama recuerda lo sucedido en 2015, cuando la salida del cepo, junto a la introducción de créditos UVA, impulsó la actividad. Sin embargo, varios analistas advierten sobre los errores cometidos en ese momento y la importancia de una implementación gradual, que no repita las fallas del pasado.
En conclusión, aunque el levantamiento del cepo podría beneficiar al sector inmobiliario, su impacto dependerá de cómo se manejen las políticas económicas y la estabilidad que se logre a corto y largo plazo.