El gobierno nacional logró una victoria política este miércoles al conseguir la aprobación en la Cámara de Diputados del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) relacionado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un paso crucial para avanzar en la implementación de las políticas económicas acordadas con dicho organismo. La aprobación fue posible gracias al apoyo de varios sectores políticos, incluidos los gobernadores peronistas Martín Llaryora (Córdoba), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), quienes, junto con los respaldos de figuras del ala moderada de la oposición, como Miguel Pichetto y varios integrantes de la UCR, inclinaron la balanza a favor del oficialismo.
El debate, que se extendió por más de seis horas, fue intenso y estuvo marcado por fuertes enfrentamientos tanto dentro de la Cámara como en los pasillos del Congreso. Sin embargo, el resultado final fue una clara victoria para el gobierno, que consiguió 129 votos a favor, 108 en contra, seis abstenciones y 14 ausencias. Estas últimas, a pesar de no ser un número destacado, son consideradas como un factor crucial en el resultado, ya que permiten a los diputados que las registran contar con una ayuda estratégica para no ser visibles en situaciones polémicas.
De las seis abstenciones registradas, algunos de los nombres más destacados fueron los de Nicolás Massot, Oscar Agost Carreño, Florencio Randazzo, Martín Tetaz, Lourdes Arrieta y Emilio Monzó. Estas abstenciones generaron un clima de tensión, ya que los votos de los diputados mencionados habrían podido alterar la diferencia final entre los votos a favor y en contra. A pesar de no haber tomado una posición explícita a favor o en contra del DNU, la postura neutral de estos diputados fue clave para alcanzar el número necesario para la aprobación.
Por otro lado, la oposición, liderada principalmente por diputados de la izquierda y algunos sectores del radicalismo más crítico con el gobierno, expresó su rechazo al DNU, argumentando que la medida profundiza las condiciones de ajuste y que el acuerdo con el FMI no beneficiará a los sectores más vulnerables del país. Sin embargo, la falta de una posición unificada y la disposición a negociar de ciertos sectores del radicalismo y el peronismo moderado facilitaron que el oficialismo pudiera reunir los votos necesarios.
A pesar de que la aprobación fue celebrada por el gobierno, se prevé que el camino por delante será complicado. Ahora, el DNU deberá pasar al Senado, donde también se espera un debate intenso, con algunos de los mismos actores involucrados, además de la oposición liderada por figuras como la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que ha sido una de las voces más críticas del acuerdo con el FMI.
El gobierno, que enfrenta una serie de desafíos económicos internos, como la inflación y el endeudamiento, considera esta aprobación como un paso necesario para estabilizar la economía del país y cumplir con los compromisos asumidos con el FMI. Sin embargo, las tensiones internas continúan, y los desafíos a corto y mediano plazo siguen siendo numerosos.















