El presidente Javier Milei encabezó este miércoles una reunión de Gabinete en la Casa Rosada mientras la oposición impulsaba en Diputados la insistencia sobre las leyes de Emergencia Pediátrica y Financiamiento Universitario. El encuentro, convocado a las 16 horas, tuvo un doble objetivo: reorganizar la gestión tras la derrota electoral en Buenos Aires y delinear la estrategia nacional de campaña de La Libertad Avanza (LLA) rumbo a las elecciones de octubre.
El mandatario regresó de Paraguay para concentrarse en la agenda electoral, acompañado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y sus principales ministros. También participó el asesor presidencial Santiago Caputo, uno de los estrategas más influyentes en la comunicación del oficialismo. La ausencia destacada fue la de Martín Menem, titular de Diputados, ocupado por la sesión legislativa donde el oficialismo preveía un revés político.
La campaña territorial de Milei arrancará en Córdoba, distrito considerado clave por su peso electoral, aunque enfrenta allí candidatos opositores de alto reconocimiento como Juan Schiaretti y Natalia de la Sota. El equipo presidencial definió extender la agenda a Santa Fe, Mendoza y, eventualmente, a Mar del Plata, en un intento de recomponer la imagen tras el revés bonaerense. Karina Milei liderará la coordinación junto a la mesa provincial recientemente creada.
La mesa bonaerense reúne a dirigentes como Sebastián Pareja, Cristian Ritondo, José Luis Espert, Diego Santilli e intendentes del conurbano, bajo la supervisión directa de la secretaria general de la Presidencia. En paralelo, crece la tensión interna entre sectores alineados a Caputo y a Karina Milei, motivo por el cual el Presidente decidió involucrarse de manera más activa en las definiciones políticas diarias.
Según fuentes oficiales, la estrategia de campaña buscará segmentar mensajes: actividades enfocadas en la juventud, otras en el empresariado y presentaciones generales de Milei en plazas públicas. La consigna central será “no aflojar”, transmitiendo que el esfuerzo social realizado durante los casi dos años de gestión libertaria debe consolidarse con un triunfo electoral.
El futuro inmediato del oficialismo dependerá de su capacidad para unificar la interna y remontar expectativas en distritos clave. La foto prevista con dirigentes de todo el país en Olivos será el puntapié simbólico de una campaña que busca reordenar fuerzas y reafirmar el liderazgo presidencial tras una de las derrotas más duras desde el inicio de su mandato.