En medio de una creciente tensión social, el Gobierno argentino se prepara para enfrentar una nueva marcha de los barrabravas en apoyo a los jubilados, mientras la Confederación General del Trabajo (CGT) anuncia un paro general para el 8 de abril. La semana pasada, disturbios en el Congreso dejaron cientos de detenidos y varios heridos, incluido el fotógrafo Pablo Grillo, quien lucha por su vida tras recibir el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno en la cabeza.
El presidente Javier Milei respaldó públicamente a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tras el operativo que buscó contener la violencia desatada durante las protestas. «Los buenos son los de azul y los hijos de puta que andan con trapos en la cara y rompen autos, queman autos y amenazan a toda la gente porque no quieren perder sus curros, son malos», exclamó Milei durante su presentación en Expoagro.
Mientras tanto, la CGT mantiene su postura firme y ha convocado a un paro general para el 8 de abril, en protesta por las políticas económicas del Gobierno y en solidaridad con los jubilados afectados por los recortes en sus pensiones. Las autoridades nacionales intentan desactivar la medida de fuerza, pero hasta el momento no han logrado entablar un diálogo efectivo con la central obrera.
La semana pasada, miles de manifestantes se congregaron frente al Congreso para protestar contra los recortes en las pensiones implementados por el presidente Milei. La protesta culminó en graves disturbios cuando la policía utilizó camiones hidrantes y balas de goma para dispersar a los manifestantes, entre los cuales había jubilados y barrabravas del fútbol local arrojando piedras.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que los detenidos podrían enfrentar severas penas bajo una nueva ley antimafia. Sin embargo, una jueza ordenó la liberación inmediata de 114 detenidos, lo que generó críticas por parte del Gobierno de Milei, que acusó a los manifestantes de formar parte de organizaciones criminales.
La situación actual refleja una creciente tensión y conflicto social en Argentina, con un Gobierno que enfrenta múltiples desafíos y una sociedad que demanda respuestas y soluciones a sus problemas económicos y sociales.